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miércoles, 25 de junio de 2014

Multidisciplinariedad sí, pero no

Amarga semana. Esta semana me han notificado los resultados negativos de dos procesos selectivos. Uno el programa Ramón y Cajal, el otro, un puesto en una Agencia Europea. No es lugar de plasmar los detalles de mi cabreo, pero para resumirlo en un palabra: mi problema es la multidisciplinariedad (según el comité de selección). 

Todo el mundo concibe la multidisciplinariedad como una característica valiosa y positiva en un individuo, grupo de investigación e incluso proyecto. De hecho, los proyectos de investigación actuales están formados generalmente por grupos de investigadores de distintas disciplinas. El reto es entenderse para resolver un problema que va más allá de los límites de una única disciplina. El beneficio inmediato se palpa en los nuevos conocimientos adquiridos y formas de trabajo que se entremezclan con el conocimiento propio de uno para ir moldeando con el tiempo un investigador multidisciplinario.

Todo el mundo concibe la innovación como algo positivo. Sin innovación, no hay avances y progreso. Se necesitan individuos creativos, que piensen diferente e innoven en métodos y procesos para empaquetar viejas ideas de forma fresca y novedosa. Muchos autores sobre la innovación, y puedo decir que lo respaldo por la experiencia propia de vivir en el extranjero, recomiendan conocer mundo, conocer otras culturas, gentes, formas de trabajo, leer libros de otras disciplinas distintas a la tuya de formación, y aprender otras perspectivas de atacar el mismo problema. En definitiva, la multidisciplinariedad es una incubadora para que nazca el chispazo de la innovación. La innovación es caprichosa y no siempre ocurre aunque viajes sin parar por el mundo. Pero no cabe duda que la multidisciplinariedad ayuda a crear el contexto adecuado para que surjan los procesos creativos e innovativos. 

Todo el mundo concibe la educación y formación como un proceso continuo a lo largo de toda la vida. Te inicias en la escuela, aprendes a pensar, disciplina de trabajo, y los pilares fundamentales de tu especialidad en la universidad, pero sigues formándote por la curiosidad de aprender cosas nuevas durante tu carrera profesional, tanto científica o no. La educación es un reflejo de la vida en sí: variada, dinámica, en constante evolución . Estar vivo implica formación continua multidisciplinar para adaptarse constantemente a lo que puede venir mañana.

Todo el mundo concibe la multidisciplinariedad como una característica natural y fundamental para llevar a cabo ciencia-investigación, para el desarrollo de la innovación y la educación. Pero una pequeñísima fracción, los gestores de la ciencia, parece que no predican con el ejemplo. Se empecinan en encasillar a los investigadores en una única disciplina. "¿Multidisciplinariedad? Está muy bien, chaval, pero soló puedes coger una especialidad para que evaluemos tu producción científica o propuesta de proyecto de investigación". Cogiendo prestado el título de la increíble presentación TED de Sir Ken Robinson "Schools kill creativity", los gestores de la ciencia e investigación matan la multidisciplinariedad.  

Aunque algo alegado del hilo principal de esta entrada, un breve comentario de hoy en Nature titulado Metrics market termina con un elocuente aviso:
It has never been more important to demand clarity and transparency from research managers on exactely which metrics they are using to evaluate scholars, and why 
Ojala se convierta en realidad y sabré a que atenerme en el futuro. De todas formas, no cambio la experiencia ganada en ser multidisciplinario por nada del mundo aunque me cueste mi carrera científica en ello. 

viernes, 20 de junio de 2014

#destacables #bigdata #cloud #libraries (20/06/2014)

Daniel Goldberg, Miriam Olivares, Zhongxia Li, Andrew G. Klein (2014). Maps & GIS Data Libraries in the Era of Big Data and Cloud Computing. Journal of Maps and Geography Libraries, 10: 100-122 
Si uno lee la primera parte de este artículo desde el contexto español, experimenta una sensación de envidia sana al constatar la realidad estadounidense en cuanto a la gestión de recursos geográficos en bibliotecas, la cual podría ser el escenario en un futuro próximo para las bibliotecas españolas. Pero si uno sigue, y lee la segunda parte del artículo, la cual se centra en como las nuevas tendencias tecnológicas como el cloud computing y big data se están ya introduciendo en las bibliotecas americanas para la gestión de datos geográficos, uno experimenta un alto grado de frustración al darse cuenta que este escenario es pura ciencia-ficción en el contexto español ahora mismo. 

O puede que no.

En la segunda parte, el artículo describe un escenario real donde los datos geográficos son parte esencial de los recursos de investigación.  Como para cualquier recurso, con el fin de que sea útil y de valor para la comunidad, debe mantenerse, documentarse y curarse debidamente a lo largo del tiempo. He aquí, donde los autores proponen las bibliotecas como perfectos candidatos para la curación de datos geográficos, en el contexto de datos científicos que de forma natural exhiben muchas sino todas las características que definen los proyectos de Big Data que, a menudo, explotan los nuevos paradigmas de computación en la nube. 

Puede que este escenario no sea tan inimaginable en el contexto español. 

Está claro que llevamos 20 años de retraso con respecto a la situación estadounidense. A nadie se le escapa este hecho. Muchos países en desarrollo no saben lo que es un PC, pero saben perfectamente lo que es un smartphone y las posibilidades que ofrece. Los motivos de este salto tecnológico son obviamente distintos a los que comentamos en esta entrada, pero nadie obliga a las bibliotecas españolas a seguir una línea secuencial en la adopción de tecnologías. No tiene ningún sentido empezar con la gestión de datos geográficos con el contexto tecnológico de hace 20 años,  simplemente porque ese fue el punto de partida de las bibliotecas americanas. ¿Por qué no coger el carro del Big Data, cloud computing, y demás tecnologías actuales para dar un verdadero salto tecnológico y. mucho más importante, de valor añadido en cuanto a nuevos servicios de gestión y curación de datos científicos y geográficos para la comunidad? 

El cambio tecnológico actual brinda una oportunidad única a las bibliotecas para subirse al carro de la curación y gestión de datos geográficos y de carácter científicos con tecnología de almacenamiento y procesamiento con coste casi nulo. Como siempre, la tecnología sola no va a solucionar todos los problemas y retos que hay que superar, hay que apostar  decididamente en formación específica en estos nuevos tipos de datos desde la biblioteca. 

martes, 17 de junio de 2014

Github como el repositorio universal

Almacenar, acceder y descubrir datos de forma efectiva y eficaz es en esencia un problema común a prácticamente todas las disciplinas científicas. EN cada disciplina, la idiosincrasia de los datos, unido a la forma de trabajo y los métodos propios, hace que existan soluciones particulares para cada disciplina científica. Tomemos la comunidad SIG, la cual conozco bastante. Existe un servicio respaldado por un organismo internacional de normalización  (OGC) denominado Catalogue Service for Web (CSW) que define una interfaz de consulta para buscar y recuperar registros de metadatos asociados a recursos geográficos teniendo en cuenta criterios de búsqueda  de carácter espacio-temporal. Así mismo, el servicio CSW también especifica el modelo de datos interno para que cada uno de los registros del catálogo sea consultable de forma adecuada

La misma filosofía se aplica a otras disciplinas tan dispares como eGobierno, Unidades de Información, bioinformática, etc. las cuales disponen también de servicios similares en forma de registros o catálogos que albergan metadatos y permiten la búsqueda de recursos de acuerdo a las peculiaridades de cada disciplina.  Como no, estos servicios y sus respectivos modelos de datos e interfaces de consulta vienen respaldados por normas internacionales de estandarización.

Tanta estandarización parece que crea justo el efecto justo contrario: fragmenta. La investigación actual es multi-disciplinar por lo que es habitual que científicos de una disciplina necesiten recursos de otras disciplinas. Al final resulta que se necesitan nuevos estándares para que catálogos de distintas disciplinas se entiendan entre ellos para que la promesa todavía incumplida de eScience se convierte en realidad: acceso y búsqueda de recursos científicos multi-disciplinares. 

Y entonces llega Github. Una plataforma web online que nació como repositorio para el control de versiones de código fuente. El proceso de desarrollar una aplicación es arduo e iterativo. Un programador genera diversas versiones del código a medida que añade nuevas funcionalidades. En cada nueva versión, el programador documenta (metadatos de contexto) las nuevas funciones añadidas o qué errores ha solucionado. Si la nueva versión no le convence, entonces siempre puede recuperar el estado anterior del código, o el anterior del anterior. Github mantiene el control de versiones de todos los ficheros de código desde la creación de proyecto. Es un gran repositorio online que gestiona el ciclo de vida de un recurso de información. Lo poco que hace lo hace excepcionalmente bien. 

Encima de la funcionalidad básica, Github añade una capa social, la cual hace fácil crear comunidades espontáneas de desarrolladores: algunos contribuyen a proyectos de terceros, se permite la descarga de un repositorio de código pero con la diferencia que la copia maestra siempre la gestiona el propietario o creador del repositorio original. Y todo esto es posible con uno o dos clicks. 

El funcionamiento de Github parece el sueño de eScience para cualquier científico. Tener acceso a un inmenso repositorio de datos, donde se mantienen distintas versiones de los datos, se accede a cada una de las versiones, y se pueden descargar los datos localmente pero con la salvedad de que siempre se puede obtener la ultima versión de los datos yendo al repositorio original.  Venga ya! No me lo creo!

La comunidad ha encontrado multitud de usos nuevos y creativos para los que Github no fue inicialmente diseñado: desde control de documentos, imágenes, la escritura de libros colaborativa, hasta repositorios de datos de la administración pública, e incluso de datos geográficos.  ¿Necesitamos servicios altamente especializados pero estandarizados según la disciplina que no logran hablar entre ellos? ¿o servicios generalistas, pero con la capacidad de generar valor¿Para cuando un Github que permita el acceso, compartición  y recuperación de datos científicos multidisciplinares? 



jueves, 12 de junio de 2014

Presentar como un TED

Siempre recibo la misma reprimenda cuando me compro un libro en un aeropuerto: "Esos libros no cuentan nada" o "eres un friky para arriba". Dejando estos ataques al derecho de comprar el libro que a uno le plazca, creo que tenemos la impresión de que los aeropuertos sean librería de segunda, donde uno puedo comprar únicamente el best-seller del momento. Posiblemente sea así, pero seguiré comprando libros en los aeropuertos en vez de ser el típico pasajero abducido por su smartphone.

Esta vez me tropecé con Talk Like TED, de Carmine Gallo. Tal vez por la cercanía a una conferencia que tenía, o porque la labor de transmitir mejor y más eficientemente nuestro trabajo es una de las asignaturas pendientes de muchísimos investigadores, me lo compré aún a sabiendas del aguacero que me esperaría de regreso a casa. He intentado poner en practica algunos de los consejos que aparecen en el libro en una conferencia reciente. Aunque queda todavía mucho por recorrer, me quedé con las caras de mi audiencia cuando intercalé una anécdota/historia en mi presentación. El grado de atención de los asistentes subió como la espuma, dejaron de mirar el correo, y simplemente me escucharon lo que ellos intuían que era algo "nuevo".  Este simple hecho merece la pena trabajar duramente en la forma de dar futuras presentaciones. 

Aquí un breve resumen de los 9 secretos que desglosa el señor Gallo en su libro:

Secreto #1.  La pasión lleva a la maestría. Si no tienes pasión en lo que haces, difícilmente vas a trasmitir pasión en tu presentación. ¿Qué hace que tu corazón cante? Habla sobre ello entonces. Difícilmente, nos cuenta el autor, no vas a inspirar a otros con una presentación si no tienes pasión ni te sientes inspirado en lo que haces. 

Secreto #2. Cuenta historias para llegar a los corazones y las mentes de tu audiencia. "Las historias son solo datos pero con alma". Las historias ilustran, iluminan e inspiran.

Secreto #3.  Presenta como si estuvieras conversando con un amigo. Sé natural, habla en un tono conversacional, y ensaya, ensaya, ensaya.

Secreto #4. Revela información que es completamente nueva para tu público, muéstrala de una forma creativa, o ofrece una manera fresca y nueva de resolver un viejo problema. Explica tu gran idea en 140 caracteres o menos. Si no puedes, es porque aún no tienes claro el mensaje fundamental de tu presentación. ¿Cual es la única idea que quieres que tu público recuerde de tu presentación? 

Secreto #5. Introduce algún momento inolvidable o sorprende durante tu presentación. Esto depende del tipo de presentación, pero a veces intercalar algún acto asombroso, que el público no lo espera, hace que la simbiosis entre el presentador y público sea perfecta. 

Secreto #6. Intercalar algo de humor en forma de anécdotas, vídeos, fotos, historias personal, etc. hace que la conexión con el público sea más fuerte y al mismo tiempo lo relaja, da un poco de descanso a la mente, para que siga con la capacidad de atención alta. 

Secreto #7. No más de 18 minutos de presentación. Está demostrado científicamente que la atención decae en presentaciones largas. Si son necesarios más de 18 minutos, entonces es recomendable utilizar técnicas como las del secreto #6 para mantener el estado de atención e interés invariable. La regla de los 18 minutos exige ser disciplinado en cuanto al contenido de la presentación. El autor recomienda crear un mapa de la presentación en tres pasos:

  • Paso 1: Un titular de la presentación al estilo de un tuit. 
  • Paso 2: Tres mensajes principales que se desprenden del titular 
  • Paso 3: Reforzar cada uno de los mensajes principales con historias, anécdotas, estadísticas, vídeos, etc. 


Secreto #8. Estimula todos los sentidos. Utiliza aspectos visuales para mejorar tu narración, no para duplicar lo que dices. Un mensaje multisensorial tiene mucha más posibilidad de quedarse retenido en la mente de tu público. Evita los bullet items en tus presentación. El autor recomienda no más de 40 palabras escritas en las primeras 10 transparencias. 

Secreto #9. Sé auténtico, abierto y transparente. Si intentas ser alguien o algo que no eres, fracasarás a la hora de ganarte la confianza de tu público. Práctica, práctica y práctica: De esa forma liberarás tu atención y concentración de los mecanismos de dar una presentación.